Actividades escolares
1. Actividad de introducción.
Título: ¡Que salte la rana!
Descripción: Leyenda y Actividad experimental sobre el efecto invernadero.
Objetivo: Indagar y comprender el fenómeno del efecto invernadero.
Temporalización: Una hora y media.
Materiales: Una tabla, pinturas o rotuladores, una esfera o una pelota vieja de plástico, dos termómetros y un cuenco o quesera de cristal que sea de mayor dimensión que la esfera.
Procedimiento y desarrollo: En primer lugar se les pide a los alumnos que pinten y decoren la esfera de modo que parezca el planeta Tierra, la coloquen sobre la tabla y la cubran posteriormente bajo el cuenco de cristal. Después se colocan los termómetros dentro y fuera del cuenco.
Los elementos del experimento tienen que situarse en una zona donde haya buena incidencia de los rayos solares. En el caso de que no los haya, se utilizará para hacer el experimento un flexo de mesa para simular el sol.
Pasada una hora, observamos los resultados y tomamos nota de ellos para registrarlos.
Comprobaremos que la temperatura dentro del cuenco transparente será mayor que la del exterior.
Si hiciéramos dos simulaciones en paralelo, una con un objeto brillante en el interior y otra con un objeto más opaco, observaríamos que cuánto más brillante es el cuerpo más luz reflejará. Esa energía reflejada en forma de luz no es atrapada por el cuenco de cristal, y podrá salir de nuevo hacia el exterior. Sin embargo, la energía que se proyecta y emite en forma de calor, por el contrario, quedará en parte atrapada en nuestro invernadero.
En nuestro planeta sabemos que una gran parte de la radiación luminosa (albedo) lo tiene la nieve, por ese motivo los científicos estiman que la disminución de la porción de la superficie planetaria cubierta por la nieve aumentará más aún el efecto invernadero.
Actividad de consolidación y nivel de comprensión: Establecer un paralelismo entre la rana y nuestra actitud ante el cambio climático. ¿Qué nos pasa? El profesor, considerando la edad y el nivel de los alumnos, podrá plantearles las siguientes cuestiones:
- ¿Cuál es el origen del calor que hay en el invernadero?
- ¿Sabrías decir cuál es la razón que explica que el calor entre y sin embargo no salga?
- ¿Qué pensáis que sucedería si pintásemos la esfera de negro? ¿Y si la cubriéramos de papel de aluminio?
Realizar el juego Despierta la rana, disponible en la web del Libro-guía.
2. Actividad de conocimientos previos.
Título: Y tú ¿qué sabes?
Descripción: Consiste en una actividad de investigación sobre los conocimientos del tema.
Objetivos: Detectar las ideas previas del grupo en torno al cambio climático, realizando una pequeña investigación social mediante una encuesta a personas de nuestro entorno. La intención es conocer informaciones erróneas sobre el cambio climático para subsanarlas.
Desarrollo de la actividad: La actividad estará dividida en dos partes: en primer lugar les facilitaremos a los alumnos una encuesta para que la rellenen ellos. Una vez realizada, será devuelta al profesor para su lectura y revisión de contenidos; después, el profesor mantendrá una conversación con los alumnos sobre lo que les ha parecido las preguntas y cuáles han sido más difíciles de responder y por qué. En segundo lugar, a cada alumno se le facilitará otra encuesta con las mismas preguntas, para que le hagan una entrevista a una persona de su entorno; que deberán traer al día siguiente.
Una vez recogida esta última encuesta, el profesor trabajará los contenidos conceptuales y procedimentales disponibles como, por ejemplo, experimentos sencillos que ayuden a comprender y sensibilizar sobre el tema. Disipará dudas, ampliará información y corregirá errores difundidos sobre el cambio climático que se identifiquen en las encuestas realizadas.
Actividad de ampliación y de nivel de comprensión: Se puede realizar un debate posteriormente sobre el cambio climático, el cual moderará y guiará el profesor para verificar si los alumnos han ampliado sus conocimientos, las causas que lo producen, así como acciones concretas que se pueden realizar para frenarlo.
Modelo de encuesta:
- ¿Qué sabes sobre el cambio climático?
- Lo que conoces sobre este tema, ¿cómo lo has aprendido?
- Qué factores están causando el cambio climático, ¿por qué?
- ¿Has oído hablar alguna vez de los gases efecto invernadero? ¿Sabes en qué consisten y cuáles son?
- ¿Qué consecuencias está teniendo el cambio climático en nuestro planeta actualmente? ¿Conoces las que tendrá en el futuro?
- ¿Hay algo que podamos hacer para frenar el cambio climático? ¿Podrías decir algunas acciones concretas?
3. Actividad de sensibilización sobre los recursos, el reciclaje y el cambio climático.
Título: Con ojos de artista: recreo, imagino, reciclo.
Descripción: Actividad de creatividad y concienciación sobre la necesidad del reciclaje de los residuos.
Objetivos: Comprender la importancia de descubrir nuevos usos para los objetos de desecho. Despertar actitudes de aprovechamiento de los recursos, incentivar el reciclaje de los diversos materiales cotidianos, y detectar las ideas previas del grupo en torno al cambio climático.
Materiales necesarios: Cartulinas, pegamento, hojas de papel, lápices de colores, acuarelas, rotuladores, y residuos procedentes de los hogares de los alumnos.
Duración: Dos sesiones.
Desarrollo: El día anterior a la primera sesión del juego, el profesor advierte a los alumnos que cada uno debe traer al colegio un objeto considerado inservible de su casa: envases de metal, objetos rotos o fuera de uso, objetos de plástico, ropa vieja, calzado en malas condiciones etc.
Para la primera sesión y como primer paso, cada participante pondrá sobre la mesa el objeto que ha traído, envuelto de tal manera que no se sepa qué contiene el paquete. En segundo lugar, el profesor pedirá a los alumnos que intercambien sus objetos con sus compañeros, de manera que nadie conserve el suyo.
El profesor repartirá hojas en blanco, y les indicará que abran los paquetes y miren con ojos de inventor o artista el objeto que les haya tocado. Y en un plazo de unos minutos, busquen y escriban qué usos se le podría dar a ese objeto en el estado en el que está.
Pasados cinco o seis minutos, cada participante irá leyendo sus notas describiendo el objeto que le ha tocado y los nuevos usos que puede tener. Por cada uso que el compañero haya reseñado se le concederá un punto. Cuando acabe cada alumno de decir los usos que él ha encontrado, los demás compañeros podrán aportar otros que a ellos se les ocurran.
Las puntuaciones servirán para saber quién ha utilizado mejor su imaginación e ingenio para aprovechar los recursos disponibles, y quien ha sido capaz de mirar con ojos nuevos.
En la segunda sesión se les planteará que expresen libremente qué les sugiere el concepto cambio climático: puede ser una palabra, una idea, una frase, un sentimiento, lo que se les ocurra. Y se tomará nota de las aportaciones en la pizarra.
El profesor pedirá que se formen aleatoriamente grupos de cuatro o cinco alumnos y les propondrá que realicen una obra de creación inspirada en las ideas, conceptos o sentimientos que hayan surgido al hablar del tema. Para llevar a cabo su propósito, deberán ponerse de acuerdo entre ellos sobre qué materiales van a utilizar y si van a crear una pintura, un collage, una escultura, una canción, un juguete, un aparato inventado, etc…
El profesor invitará a los grupos a utilizar los materiales traídos de casa, entre otros. Los grupos podrán intercambiarse objetos para tal fin entre ellos.
4. Actividades de Agua
Título: La charca gris y el experimento Ladrones de agua.
Descripción: Cuento infantil sobre la contaminación acuífera y un experimento sobre la contaminación, en el que observaremos lo que ocurre cuando entran contaminantes en el sistema acuífero.
Objetivo: Concienciar sobre el cuidado del medio ambiente. Sensibilizar sobre las consecuencias de la contaminación del agua. Aprender a cuidar ese recurso vital.
Materiales: Necesitamos 2 tarros o recipientes tipo florero, un cuchillo, dos puerros, dos tallos de apio, margaritas blancas, tinta de color y una jarra de agua.
Cuento: Había una vez un niño que, paseando por un bosque, creyó escuchar un triste lamento, como si lloraran cantando. Siguiendo el ruido, llegó hasta una gran fuente circular, misteriosa y gris. De su estanque parecía surgir aquel sollozo constante; y al asomarse, entre las sucias aguas de la fuente no vio más que un grupo de grises peces girando en círculo lentamente, de cuyas bocas surgía un sollozo con cada vuelta al estanque.
Divertido por la situación, el niño trató de atrapar uno de aquellos increíbles peces parlantes, pero al meter la mano en el agua su brazo se volvió gris hasta el codo, y una enorme tristeza le invadió al tiempo que comprendió enseguida la tristeza de aquellos peces; sentía lo mismo que sentía la tierra, y se sentía sucio y contaminado.
Sacó la mano del agua rápidamente y se fue corriendo de allí. Pero aquella mano siguió gris, y el niño siguió sintiéndose triste.
Probó muchas cosas para alegrarse pero nada funcionaba, hasta que se dio cuenta de que sólo devolviendo la alegría a la tierra podría él estar alegre. Desde entonces se dedicó a cuidar del campo, de las plantas y de la limpieza del agua; y se esforzaba para que todos obraran igual. Y tuvo tanto éxito, que su mano fue recobrando el color, y cuando el gris desapareció completamente y volvió a sentirse alegre, se atrevió a volver a ver la fuente. Y desde lejos pudo oír los alegres cánticos de los peces de colores, que saltaban y bailaban en las cristalinas aguas de aquella fuente mágica. Y así supo que la tierra volvía a estar alegre, y él mismo se sintió profundamente feliz.
Autor. Pedro Pablo Sacristán
Desarrollo y procedimiento: Echa unos dos centímetros de tinta en uno de los tarros y la misma cantidad de agua. Limpia las flores, el puerro y el tallo del apio. Colócalos verticalmente en el agua coloreada y déjalos unos días. En el otro tarro coloca sencillamente las flores, y los otros alimentos en agua limpia. Conforme vaya pasando el tiempo, y de forma gradual, verás que el agua coloreada irá siendo absorbida por las flores, hasta que al cabo de un día o dos lo esté completamente. El colorante actúa como la contaminación. Al beberse el agua, las plantas absorben todos los contaminantes que éstas tengan. Lo mismo ocurre con toda persona o animal que beba agua contaminada.
Actividad de consolidación y nivel de comprensión: Pedir a los participantes que observen y enumeren los cambios que han sufrido las flores y los alimentos en los distintos tarros.
Preguntar a qué creen que se deben los mismos y qué conclusiones podemos sacar de esta verificación para nuestra vida diaria.
Titulo: Juego de la contaminación de las aguas.
Descripción: Dinámica de grupo con componente lúdico físico.
Objetivo: Comprender e interiorizar, por la implicación física y emocional de la dinámica, la problemática de la contaminación del agua, y entender el efecto multiplicador de la contaminación.
Materiales: Una venda para los ojos, dos barritas de pintura negra para la cara y carteles con el nombre del personaje que representan.
Duración: Variable.
Desarrollo: El juego es un método dinámico y participativo de aprendizaje. A través de un juego de captura llegaremos, con los participantes, a conclusiones que podremos extrapolar al funcionamiento real de los sistemas naturales. Clasificaremos los jugadores en:
- Partícula contaminante: 1 participante.
- Plantas: 4 participantes.
- Animales: 2 participantes.
- Persona: 1 participante.
- Gotas de agua: resto de participantes.
El profesor ayudará a la partícula contaminante a marcar de color negro a los jugadores contaminados, y ejercerá de árbitro y moderador, actuando como testigo al observar a los participantes que han sido tocados por otro contaminado. La partícula contaminante llevará los ojos vendados. Las gotas de agua deben pulular por la sala gritando ¡agua viene, agua va!
Cuando la partícula contaminante encuentre una gota de agua, ésta quedará automáticamente contaminada, lo que simbolizará mediante la marca con una gota negra en la frente. Las plantas deben intentar capturar todas las gotas de agua que puedan; para ello deben agarrarlas a la vez sin soltar ninguna, si alguna de las capturadas está contaminada, la planta estará automáticamente contaminada y se marcará. Los animales pueden capturar gotas de agua o plantas, igual que en el caso anterior. La persona debe capturar cualquiera de los anteriores.
A lo largo del juego, todos estarán contaminados en poco tiempo, lo que mostrará a los participantes como una pequeña partícula contaminante puede contaminar todo un sistema.
Actividad de consolidación y comprensión: Solicitar a los jugadores que saquen conclusiones sobre la contaminación, que enumeren distintos contaminantes, y el efecto que tienen en las cadenas tróficas a propósito de la vivencia del juego.
5. Actividades de Atmósfera
Título: Adivina adivinanza, ¿cuánto oxígeno consumo?
Descripción: En esta actividad los niños aprenderán y visualizarán de un modo concreto, qué superficie de vegetación es necesaria para que se pueda producir el oxígeno que cada uno necesita para respirar.
Objetivos: Concienciar sobre la suma importancia de la existencia de los bosques y el plancton marino para mantener el equilibrio de gases en la atmósfera, y para nuestra supervivencia. Conocer e identificar la relación proporcional que existe entre la cantidad de oxígeno que necesitamos cada uno de nosotros para respirar cada día, y el volumen de plantas imprescindible para producir ese oxígeno.
Duración: 40 minutos.
Materiales: Cuerdas, palos de madera o piedras, un metro, lápiz y papel.
Desarrollo: En primer lugar, se organizará una salida al campo o a un jardín cercano, y en el recorrido se irán recogiendo palos y piedras.
Una vez se llegue al jardín, el profesor invitará a los alumnos a dejar los palos, las piedras y las cuerdas en un punto, y alrededor de ellos se hará un círculo, en el que nos sentaremos. El profesor investigará acerca de lo que saben los participantes sobre conceptos como la fotosíntesis y cómo producen el oxígeno las plantas. Se hará mucho énfasis en destacar que todas las plantas verdes producen oxígeno.
Se les dirá el nombre de la actividad para crear expectativas y motivación. Los niños deben estimar qué superficie de hierba es necesaria para producir el oxígeno que necesita una persona para vivir un día entero.
Posteriormente se les explicará que, según algunos estudios, los humanos consumimos 360 litros de oxígeno al día y que un área de aproximadamente tres metros cuadrados es suficiente para cubrir la demanda de oxígeno diaria de una persona. Se les pedirá, por grupos de cuatro o cinco alumnos, que utilicen los palos y piedras para delimitar una superficie de hierba con esas dimensiones, y así verán la superficie verde que necesita cada alumno para su respiración diaria.
Actividad de consolidación y nivel de comprensión:
Proponer cuestiones como las siguientes: en vista de los conocimientos adquiridos, ¿cuál es el área total de vegetación necesaria para que toda la clase o toda la escuela tengan suficiente oxígeno?, ¿por qué crees que es posible que se pueda respirar en lugares o ciudades en las que hay muy poco o casi nada de espacio verde?
Las algas marinas junto con las selvas tropicales producen y liberan oxígeno imprescindible para mantener el equilibrio de gases en la atmósfera, por ese motivo podemos decir que las selvas tropicales y las algas marinas son los pulmones de la Tierra. ¿Puedes imaginar qué nos pasaría si los bosques y las algas desaparecieran a causa de la contaminación?
Título: Operación alerta que sube el CO2.
Descripción: La actividad consiste en un experimento para observar y comprobar cómo la presencia de CO2 hace aumentar la temperatura en un frasco de cristal.
Objetivos: Visualizar la acción del CO2 respecto al aumento de la temperatura. Concienciar sobre la importancia de la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Educar en hábitos menos contaminantes. Relacionar este fenómeno con el cambio climático.
Duración: 20 minutos.
Materiales: Un vaso o botecito pequeño, dos vasos de cristal medianos, dos vasos de cristal grande,dos termómetros de alcohol pequeños, una lámpara, una bombilla de más de 60 vatios, bicarbonato sódico, vinagre y una cucharilla de café.
Desarrollo: Colocar dos vasos de cristal medianos, con un pequeño termómetro dentro que marcará la temperatura del interior de cada uno de los vasos. Seguidamente colocaremos sobre los vasos anteriores y cubriéndolos a modo de caparazón, los dos vasos grandes, en posición boca abajo; y los situaremos bajo la luz de una lámpara que genere calor. En unos minutos observaremos que la temperatura del aire que hay en el interior de los vasos comenzará a subir. En un pequeño botecito o vasito pequeño que quepa dentro de uno de los vasos, mezclaremos dos cucharadas pequeñas de bicarbonato sódico y cuarenta mililitros de vinagre, que producirá una reacción de CO2. Rápidamente introduciremos la mezcla dentro de uno de los vasos expuestos al foco de luz, junto al termómetro. Pasados unos minutos, verificaremos que en el vaso donde hay una mayor concentración de CO2 la temperatura es más alta debido a la mayor concentración de presencia del gas.
Actividad de consolidación y nivel de comprensión:
¿Sabías que todos emitimos CO2 en nuestras casas? Utilizad el calculador de emisiones de la web del libro-guía. ¿Conoces algunas de las consecuencias que tiene una emisión descontrolada de ese gas con respecto al clima?, ¿crees que tiene relación con el efecto invernadero?
6. Actividades de Energía
Título: ¿Y si hacemos un horno solar?
Descripción: Construir un horno solar.
Objetivos: Concienciar sobre las energías renovables y experimentar con la energía del sol.
Duración: 25 minutos.
Materiales: Una caja de pizza, una cartulina negra, una bolsa de plástico transparente, papel de aluminio, pegamento, unas tijeras y un lápiz.
Desarrollo: En primer lugar, forraremos la caja de pizza con papel de aluminio. Seguidamente, cortaremos la cartulina y cubriremos la base interior de la caja. Después colocaremos en el interior una bolsa de plástico que deje pasar la luz del sol, e introduciremos en la bolsa algún alimento como, por ejemplo, un sándwich de jamón york y queso. Y lo pondremos encima de la base de cartulina negra.
Una vez tengamos listo nuestro horno, lo pondremos al sol procurando inclinar la tapa de manera que el interior no quede totalmente en sombras y pueda recibir la luz del sol en el interior. Pasados unos minutos tendremos nuestro sándwich calentito y listo para comer. Este horno puede llegar a alcanzar hasta unos 70º de temperatura.
Titulo: Juego de las energías renovables.
Descripción: Juego dinámico sobre las distintas energías y sus posibilidades de permanecer y renovarse.
Objetivo: Concienciar sobre la importancia del uso de energías limpias.
Duración: 30 minutos.
Materiales: Tarjetas y carteles con los nombres de las distintas sedes o centrales energéticas (solar, eólica, nuclear y carbón), y otro de basura.
Desarrollo: El profesor repartirá las tarjetas con los nombres de los diferentes papeles a representar. Habrá cinco recursos de sol, cinco de carbón, cinco de energía nuclear, cinco de viento, cuatro de electrodomésticos que funcionan con cada una de estas energías y una de un relámpago.
En el lugar donde se realice la actividad se colocarán, en cuatro esquinas, cuatro carteles con los nombres de las centrales, donde se almacenarán los recursos propios; y en otro lugar, el cartel de basura.
Los participantes que tengan los papeles de recursos, tendrán que reconocerse entre sí por mímica; y cogidos de la mano se dirigirán a su central o sede. Seguidamente, los distintos electrodomésticos (frigorífico, cocina, calentador y ventilador), representando su papel y por mímica, se dirigirán cada uno a una central, extenderán su mano y cuando un recurso se les acople comenzarán a funcionar corriendo por el espacio.
Si el relámpago les toca las manos, romperán el recurso, y si es no renovable se irá a la basura. En el caso de los renovables, vuelve a su central. El electrodoméstico volverá a la sede de la central a buscar otro recurso para funcionar. El juego se acaba cuando se terminan los recursos fósiles.
Actividad complementaria y de consolidación: Enumerar cuáles son las energías limpias y sucias, y sacar conclusiones sobre las consecuencias del uso de cada una de ellas.
7. Actividades de Suelo
Título: ¡No me quites la protección!
Descripción: Actividad lúdica y dinámica sobre el papel fundamental de los árboles para proteger el suelo y evitar la desertización.
Objetivos: Comprender la importancia de la función de los árboles como elementos de conservación del suelo. Promover actitudes conservacionistas con la naturaleza. Incentivar acciones de reforestación.
Duración: 30 minutos.
Materiales: Patio o jardín, hojas de papel de periódico o papel reciclado, piedras y tizas.
Desarrollo:
En primer lugar, se delimitan en el suelo con tiza tres cuadrados de unos veinte metros cuadrados. Comenzamos el juego dando las pautas del mismo y repartiendo roles entre los participantes: cuatro alumnos harán de agentes erosivos: la lluvia, la nieve, el viento y el agua. El resto serán la mitad árboles y la mitad matorrales y arbustos. Los matorrales y los árboles sujetan al suelo gracias a sus raíces. Se colocarán en el primer cuadrado delimitado veinte papeles, y encima de ellos se situarán los alumnos que hacen de árboles y matorrales, unos en posición erguida y otros en cuclillas o de rodillas. Los alumnos que hacen de agentes erosivos están preparados en un extremo del cuadrado a la espera de la orden del coordinador. Cuando se dé la señal, los cuatro alumnos deberán introducirse en el cuadrado y conseguir arrebatar el mayor número de papeles, mientras que los árboles y matorrales los defenderán con pies y manos. También pueden cogerse de las manos entre ellos para dificultar el paso de los agentes de erosión. Pasados unos minutos, el coordinador dará la orden de cortar y se anotarán los resultados de papeles obtenidos, que simbolizan el suelo fértil.
Los participantes se desplazarán en esta segunda ocasión al otro cuadrado, pero esta vez se colocarán veinte papeles sujetos por doce alumnos, entre árboles y matorrales, y otros doce simbolizando piedras. Y se vuelve a dar la señal de comienzo a la lluvia, nieve, etc. Pasados unos minutos, se da la señal de parar y se hace de nuevo el recuento de los papeles obtenidos en el mismo tiempo.
Por último, los alumnos que hacen de agentes erosivos penetrarán en el último cuadrado, que tendrá veinte papeles sujetos únicamente por piedras; y se repetirá la misma secuencia de dar la señal de inicio y otra de finalización cuando hayan recogido todos los papeles. Esta operación se hará en mucho menos tiempo por estar ya el suelo erosionado. Se anotará igualmente el tiempo necesitado para coger todos los papeles.
Para finalizar, el profesor hará ver los resultados obtenidos en los tres casos. Hablará sobre la importancia de los árboles y la vegetación para fijar y proteger la cubierta vegetal, y del gran problema y riesgos que supone la deforestación.
Actividad de consolidación y nivel de comprensión:
Con los datos facilitados, el profesor pedirá a los alumnos que verbalicen las conclusiones a las que han llegado después de hacer esta dinámica, y aporten propuestas concretas y de buenas prácticas para evitar la erosión del suelo.
Título: Aportando soluciones, implicando a nuestras manos.
Descripción: Taller práctico de técnica de reforestación japonesa, denominada Nendo dango, que significa bolas de arcilla. Se trata de hacer bolas pequeñas de arcilla con semillas de diferentes especies de árboles y arbustos, y esparcirlas sobre el terreno. La capa de arcilla, una vez seca, evita que las semillas se conviertan en alimento de pájaros, roedores y otros animales, y es la lluvia la que libera a los futuros árboles de su cascarón y les ayuda a germinar.
Objetivos: Aprender una técnica de reforestación sencilla y eficiente, con el fin de mejorar la naturaleza, crear sumideros de CO2 y proteger el suelo fértil.
Duración:
Dos sesiones, una para realizar las bolitas, de treinta minutos, y otra para esparcir en la zona asignada.
Materiales: Un barreño para cada cuatro ó cinco niños, cuatrocientos gramos de arcilla, cien gramos de compost, humus o estiércol, cien gramos de semillas variadas, tales como gramíneas, leguminosas, arbustos y árboles autóctonos de cada zona, así como cayena o tomillo, y agua.
Desarrollo: En primer lugar, les explicamos a los alumnos lo que vamos a hacer y cómo se desarrolla el proceso de germinación de cada semilla que vamos a utilizar, en qué orden lo harán y qué función cumplirá cada una. Las gramíneas y leguminosas germinarán primero, roturando el suelo, generando un microclima y aportando nutrientes (las leguminosas fijan nitrógeno, para así crear las condiciones favorables y de temperatura para la siguiente sucesión: arbustiva-arbórea).
La técnica consiste en encapsular semillas en arcilla, lo que actuará de protección y proporcionará un medio adecuado para su germinación. Pondremos las semillas de las leguminosas a remojo unas tres o cuatro horas antes, para evitar que luego absorban el agua de la arcilla y rompan la bolita al expandirse.
Colocaremos todos los materiales en una mesa protegida con plásticos.
Las instrucciones son las siguientes: Mezclamos arcilla y semillas de tamaño pequeño, más compost. Añadimos la cayena o el tomillo, que actúan de repelentes, para proteger las bolitas de los animales. Añadimos agua a la mezcla anterior. Amasamos bien hasta conseguir una pasta consistente. Hacemos con la mezcla una especie de disco semejante a una tortita, le damos unos golpecitos para extraer el aire de la mezcla y en el centro metemos la semilla del árbol, la encapsulamos y hacemos una bolita de unos dos o tres centímetros, ayudándonos con la mesa o haciéndola entre las manos. La dejamos secar. En verano conviene secarlas a la sombra para que no se resquebrajen, y en invierno conviene secarlas rápidamente al sol. Arrojamos las bolitas Nendo dango por las áreas que queramos reforestar o enriquecer… El mejor momento para llevar a cabo la reforestación es el otoño, por ser la época de lluvias.
Actividad complementaria y consolidación:
Proyección de la película de dibujo artístico El hombre que plantaba árboles, basada en la novela de Jean Giono.
Se puede proponer la reforestación con la participación de todo el colegio, e implicando a las familias, y acometerla en una zona cercana en la que haya habido recientemente incendios.