Atmósfera

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El hombre también crea CO2 al quemar oxígeno y generar la energía que necesita nuestro organismo. Las plantas en cambio funcionan al revés: fijan carbono y liberan oxígeno. La atmósfera se mantiene en equilibrio con estos intercambios. Como curiosidad, si se congelase el CO2 que expulsan todos los seres humanos del planeta, en un año necesitaríamos el equivalente a un tren de la Tierra a la Luna para llenar todos sus vagones. No obstante, esta cifra no es preocupante porque los océanos, los bosques y el suelo retienen este CO2 para poder subsistir. Este mecanismo natural que amortigua el carbono se denomina sumidero.

¿Cómo podemos cada uno limpiar nuestra atmósfera?

  • Escoge alimentos y productos locales. Que sean además de temporada, pues son más saludables y sabrosos. Esto ayudará a evitar el enorme consumo de energía que genera transportar mercancías por todo el mundo.
  • Utiliza transportes públicos o coches compartidos. Un viaje de mil doscientos kilómetros genera el mismo CO2 que un tren que da la vuelta al mundo.
  • Busca productos ecológicos, pues no dañan tanto la atmósfera, y aquellos que tienen el dibujo de una flor, en el caso de los detergentes, papeles higiénicos, televisores, zapatos, pinturas, etc.
  • Utiliza la bicicleta para trayectos cortos.

Datos:

  • Lo que sí que es un problema es el exceso de gases producidos por la quema de combustible fósil (carbón, petróleo y gas natural), que supone el 75% de las emisiones de CO2. Hay que tener en cuenta que desde el siglo XIX nuestro uso de la energía se ha multiplicado por doce o catorce veces.
  • La tala de bosques aporta el 20%.
  • Un coche emite aproximadamente una tonelada de CO2 por cada 5.000 km. Para que puedas visualizar esta cantidad, imagina que una tonelada cabe aproximadamente en una piscina de diez metros de ancho, veinticinco de largo y dos de profundidad.
  • El metano, otro gas de efecto invernadero: 27% por los combustibles fósiles, 23% por el ganado, 17% por el cultivo del arroz, 16% por basuras y alcantarillados, 11% por la quema de biomasa y un 6% de excrementos de animales.