Nuestra sociedad necesita constantemente generar energía para sus actividades. Las casas se iluminan y calientan con energía; cocinamos, trabajamos, viajamos y hasta nos entretenemos consumiendo energía.
Para mantener nuestro sistema eléctrico, necesitamos consumir combustibles fósiles, y esto genera más CO2 que se vierte a la atmósfera. Precisamente lo que necesitamos es disminuir el volumen de carbono que emitimos.
¿Cómo podemos cada uno ahorrar energía?
- Apaga las luces que no necesites de tu casa.
- Utiliza bombillas de bajo consumo. Con esta operación reduces en un 75% el consumo eléctrico en relación a las bombillas incandescentes.
- El frigorífico es el responsable de aproximadamente el 25% de nuestro consumo eléctrico; por eso es muy importante disponer de uno de bajo consumo. Otro dato: 3 mm de escarcha en el frigorífico suponen un consumo extraordinario de energía de un 30%, por eso es importante comprar un aparato con función de autodescongelación.
- Que tus electrodomésticos sean de clase A++.
- Procura secar la ropa al aire; con cero consumo de energía y mucho mejor para conservarla.
- El 60% del consumo medio en nuestros hogares se debe a la calefacción. Solo con bajar un grado la temperatura ya se ahorra un 7% de la factura. Aislar la casa bien es otra forma de ahorrar energía: con dobles ventanas, no dejando puertas abiertas, valorando los materiales de aislamiento o la orientación de la casa si se va a construir una nueva.
- No dejes los aparatos en modo espera: desenchufa tu ordenador, televisión o móvil; con ello ahorras hasta un 10%.
Datos:
- En Europa el sector industrial y eléctrico es responsable del 48% de estas emisiones.
- El transporte genera otro 21%.
- La agricultura un 10%.
- Las casas y pequeñas empresas un 17%.
Si tomamos nota de que los hogares consumen el 30% de la electricidad generada y que la mitad del consumo de combustible en el transporte procede de los coches privados, vemos dos lugares para actuar.